martes, 8 de abril de 2008


He entregado todo de mi ser

He vivido

He dejado todo de lado por el corazón

Y es tan difícil abrir los ojos y ver que ya no están

Puedo tener un lápiz de siete colores

Puedo tener hojas sin huellas

Peor nada reflejara lo que sienten mis manos

Que en días, son más ilógicas que mis propias palabras.

Un payaso se siente a mirarme

Me hipnotiza con su cascabel

Me empapa con su felicidad irreal

Me quema con su mascara

Me tiene sentada sola, pensando en como duele no tenerlas aquí

Creo que comienzo a abrir los ojos

Sostengo entre mis manos vacías, tu recuerdo

Piso fuerte mente el amargo gusto de la vida

Miro como las flechas de la soledad atacan mis ojos

Mi corazón a veces deja de latir

Por que soy una persona que en momentos, se le olvida lo que es amar.

Puedo estar rodeada de humo

Y la crueldad siga mis pasos

Mi sombra puede desaparecer

Me pueden robar las lágrimas

Pero mis manos nunca me las quitaran.

Al fin y al cabo, es lo único que me queda.